Entradas

Mostrando entradas de 2018

A Santa Bárbara (Celina González, 1948)

Imagen
Cuando uno escucha el nombre de Celina González, de inmediato le vienen a la cabeza dos canciones: Yo Soy el Punto Cubano y A Santa Bárbara. La primera la coronó como reina de ese género campesino, la segunda fue quizás el clásico que más la marcó, la composición que cambió su vida en disimiles maneras.    En la historia de este tema hay una interesante dosis de misticismo, pues la popular artista afirma que la propia Virgen Guerrera se le apareció y le dijo que si componía una canción en su honor, le garantizaría la consagración.    Corría noviembre de 1948. Celina y su pareja musical y amorosa, Reutilio Domínguez, recién habían llegado a La Habana en busca de fortuna. Allá en Santiago de Cuba eran famosos, pero la capital es la capital, y fueron recomendados por el mismísimo Rey de la Guaracha, Ñico Saquito.    A los pocos días, la cantante tuvo su trascendental visión. “Yo fui a entrar al cuarto y allí estaba ella y me susurró: dedícame una canción y te daré lo que quier

El Gran Varón (Willie Colón, 1986)

Imagen
Si Omar Alfanno hubiera escrito la desgarradora historia de Simón ahora y no hace casi tres décadas, seguramente le cambiaba un par de cosas, aunque solo fuera por librarse del tribunal de la corrección política, esa suerte de Inquisición. Pero “El Gran Varón” nació en 1986, y ni al compositor panameño ni al salsero Willie Colón podía pedírseles otra cosa en aquella época… Analizada en la distancia, lo que pretendía ser un llamado a respetar lo diferente pecaba de condescendiente y de estereotipar una preferencia. El concepto del gay como un “palo que nace doblado” cuyo tronco jamás endereza ratifica el machismo predominante en un género como la salsa, incluso cuando pretende ser consciente, como la defendida por el propio Colón y el panameño Rubén Blades. Pero negarle valores a “El Gran Varón” sería injusto, no solo por su gran arreglo, si no por atreverse a contar el drama de Simón y su padre Andrés en aquellos años de desmadre y ruptura que fueron los 80. Además, abordó el

El padre Antonio y el monaguilo Andrés (Rubén Blades, 1984)

Imagen
Entre cánticos religiosos y de corte social entonados para saludar la canonización de Oscar Arnulfo Romero destaca un clásico de la salsa consciente que compuso Rubén Blades como tributo al obispo mártir: "El padre Antonio y el monaguillo Andrés", contundente crónica musical insertada en el disco Buscando América (1984), recrea con ritmo y sentimiento la historia del arzobispo de San Salvador, asesinado por predicar contra la violencia.    El tema sobrecoge por su arreglo y significación dentro del primer disco del artista panameño con los Seis del Solar, un álbum de culto cuyo alto contenido político le costó censura y reivindicación.    Aquel fonograma de Elektra Records contenía " Desapariciones ", que sintetizó el drama de miles de familias latinoamericanas, o el relato cantado " GDBD ", acrónimo de Gente Despierta Bajo Dictadura.    En la historia del Padre Antonio, Blades solo menciona a Romero en el pregón final, aunque los versos retratan el

Heart of Glass (Blondie, 1979)

Imagen
Allá por 1979, cuando el  punk  le declaró una guerra sin cuartel a la música bailable, Blondie cometió la herejía de, siendo una banda paradigmática de la escena  new wave  neoyorquina, hacer nada más y nada menos que un tema disco:  Heart of Glass , pura irreverencia en un rítmico empaque comercial. La música disco -sofisticada, anodina, melódica- estaba en las antípodas conceptuales del  punk , un género que se caracterizaba por ser rebelde, crudo, ruidoso, hecho con más rabia que musicalidad. Y resulta que viene Blondie y hasta cuela entre guitarras y baterías una caja de ritmos… ¡Traición! Sin embargo, los fundamenlistas del género estaban tan indignados que fueron incapaces de apreciar que aquello era puro  punk , en su sentido más insolente, pues los de Blondie la interpretaban sobre todo para fastidiarlos. Y al final de eso va el  punk , de provocar y subvertir lo establecido. ¿O no?  Tampoco la letra era complaciente. Es más, la popularidad de la canción y su crec

Sweet Home Chicago (Robert Johnson, 1936)

Imagen
Hoy saldaré mi deuda con la persona que inspiró estos textos, un colega cuyos artículos sobre rock  hicieron historia en Prensa Latina : donde quiera que esté, al maestro Jorge Smith le gustaría leer la historia de  Sweet Home Chicago , el clásico del blues que inmortalizó Robert Johnson. Poco antes de su inesperada muerte, el viejo Smith me hizo prometerle que le pasaría unas canciones de Johnson. Pero entre una cosa y otra lo fui postergando, sin sospechar que pronto mi camarada se iría a escuchar a los padres fundadores del género al Más Allá. De este virtuoso del blues apenas existen un puñado de grabaciones, y las dos más famosas son el   Crossroads Blues , que décadas después revitalizaría Cream con Eric Clapton a la guitarra; y   Sweet Home Chicago , para muchos el blues más famoso y versionado de todos los tiempos. El 23 de noviembre de 1936, en la habitación 414 del Hotel Gunter en San Antonio, Texas, Johnson grabó una versión del  Kokomo Blues , canción escrita p

September (Earth, Wind & Fire, 1978)

Imagen
Yo sabía que me gustaría el filme francés Intouchables desde la mismísima escena inicial, porque sus protagonistas irrumpieron en la trama al ritmo de September , un temazo que dispara la adrenalina y lo hace a uno sentirse feliz y bien arriba, llevado por el embriagante sonido de Earth, Wind & Fire.    Y es que la canción invita, como la película, a saborear la vida, a hacer que cada minuto cuente, a creer en las buenas vibraciones y dejarse llevar por ellas, no importa si no las entiendes, lo importante es sentirla, porque al final, de eso iba el “groove”, y Maurice White fue su profeta…    Dueño de un falsete del que alardea en Reasons o Fantasy , White tenía además de voz el carisma necesario para transmitir toda la alegría que irradia esta canción. Según ha confesado, la idea le vino en un hotel de Washington DC, tras sentir desde su habitación una especie de trifulca callejera.    Para redondearla, y de paso escribir las letras del disco “The Best o

Barcelona (Freddie Mercury y Montserrat Caballé, 1988)

Imagen
Mucho antes de convertirme en el “friki” que soy, recogiendo café en las frías lomas del Escambray, escuché en un radiecito de pilas que había muerto de SIDA un tal Freddie Mercury. Aquel nombre entonces no me decía nada, pero pronto comencé a venerarlo, por culpa de Barcelona … Y es que los Juegos Olímpicos que armó la Ciudad Condal no solo fueron los más espectaculares por el pebetero encendido a tiro de flecha, las palizas del Dream Team, la cosecha dorada de Vitali Shcherbo o el utópico quinto lugar por países que ganó Cuba, sino por su canción oficial, una ópera-rock interpretada a dúo por Mercury y la soprano catalana Montserrat Caballé. Esta oda a la amistad, que refleja la admiración mutua entre Freddie y la Monste, materializó un viejo sueño del ya por entonces mítico vocalista de la banda Queen, responsable de clásicos como Bohemian Rhapsody , Somebody to Love , We Will Rock You o I Want To Break Free , entre muchos más. Resulta que Freddie, dueño de un

Respect (Aretha Franklin, 1967)

Imagen
 La muerte de Aretha Franklin sacudió a medio mundo que estuvo pendiente del inevitable adiós de la Reina del Soul, y la despidió con lo que mejor pidió: respeto. Los últimos días de la pasional intérprete tuvieron una cobertura periodística a ratos morbosa, aunque más inspirada en la grandeza de quien estaba por partir, que por las ganas de contar una mala noticia, por mucho que repercuta. Finalmente, Franklin falleció tras una larga batalla contra el cáncer, que se la llevó con 76 años de edad y una figura distante de la bella robustez de 'big mama' sureña, de mujer fuerte y capaz, que exigía, merecía y recibía respeto. De hecho, entre los pasajes más emblemáticos en la historia del 'rock 'n roll' quedará su potente voz deletreando 'R.E.S.P.E.C.T.' en el clásico homónimo que compuso el gran Otis Redding , pero que ella hizo suyo y cantó como nadie. Redding, más conocido por su conmovedor ' (Sittin' on) the

Seven Nation Army (White Stripes, 2003)

Imagen
Se viene el  Mundial, que como todos sabes, siempre es mucho más que fútbol. Si ha seguido las citas previas y otros torneos internacionales, entre relatos y emociones desbordadas, quizás identificó un recurrente rugido melódico en las tribunas, neo-cántico futbolero del siglo XXI que dejó obsoleto al “olé, olé, oleeee” de siempre, y nos recuerda que gran clásico es el Seven Nation Army de White Stripes. Si no está familiarizado con este tema, le advierto que este sui generis éxito de carteleras tiene la rara característica de que su estribillo es un fenomenal riff de guitarra eléctrica, que se consagró como canto deportivo de guerra cuando Italia conquistó la Copa Mundial de fútbol Alemania-2006. Pero no fueron los tifosi (hinchas de Italia) quienes primero adoptaron el trepidante single del disuelto dúo de Jack y Meg White. Todo comenzó el 22 de octubre de 2003, en pleno apogeo del tema, cuando seguidores del Brujas belga vencieron 1-0 como visitantes al AC Milan en el Giuse

¿Tiene clásicos el reguetón?

Imagen
Por favor, léase el artículo antes de excomulgarme, aunque sospecho que la mayoría de mis lectores habituales ya respondieron al título/pregunta con un categórico “¡NO!”. Y los comprendo, pero tampoco sería justo condenar al género solo porque abunden los arreglos cansinos y la bazofia lírica… Ningún género es bueno o malo  per se . Abundan los casos de bolerones insulsos, trovas infumables, sinfonías vacías, jazzeos pedantes, cancioncillas retontas y falsos profetas del pop. Sin embargo, nadie arremete contra esos géneros con la saña bíblica con que se ataca al reguetón. El difunto Juan Formell -cuyo buen gusto musical nadie en su sano juicio osaría cuestionar- alabó la originalidad de intérpretes como El Misha, y consagrados como Gilberto Santa Rosa o Marc Anthony se aliaron al género urbano, atraídos por sus potencialidades rítmicas. LOS ICONOS DEL “REGGAE GRANDE” El término reguetón, acuñado en 1988 por el productor panameño Michael Ellis, significa “reggae grande”. Su

Sweet Home Alabama (Lynyrd Skynyrd, 1974)

Imagen
Demasiados –e injustos- estigmas ha cargado la que sin duda alguna es la canción insignia del rock sureño, el mítico Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd, todo un alegato contra prejuicios y generalizaciones, amén de ser musicalmente un clásico desde el “one, two, three” con que abre. De entrada, el tema respondía a las canciones Southern Man y Alabama, del legendario Neil Young, cuyas letras dejaban la errónea impresión de que todos los sureños eran unos lerdos racistas, segregacionistas amantes del Ku Klux Klan y sus cruces ardientes, tan solo por su pasado esclavista. De ahí que, en sus versos, los Skynyrd le aclararan explícitamente a Neil que los sureños no lo necesitaban para conocer sus defectos. Es más, decían, al Norte se daban escándalos como Watergate y abajo no juzgaban a su gente por las miserias de políticos y gobernantes. A partir de esta estrofa se quiso construir una supuesta rivalidad entre el bardo canadiense y la banda oriunda de Jacksonville, pero ambos

Chorando se foi (Kaoma, 1989)

Imagen
Vista un cuarto de siglo después, uno se pregunta qué tanto escandalizaba la lambada, si cosas peores se cantan y bailan hoy en día… Aquel acople de pelvis que solo se rompía para mostrar muslos femeninos en indiscretos giros se nos antoja ahora sensualidad ingenua… ¡pero qué furor causó! La lambada sacudió cinturas por todo el mundo el verano de 1989, gracias a una banda de emigrados brasileños y caribeños radicados en Paris, que sin encomendarse a nadie tomaron una canción del grupo boliviano los Kjarkas y se hicieron famosos con el tema “Chorando se foi” (Llorando se fue). Kaoma, liderado por la vocalista carioca Loalwa Braz, incluyó el tema en su disco Worldbeat y el resultado fue apoteósico: cinco millones de copias vendidas, primer lugar en 11 países, es la canción brasileña más conocida de todos los tiempos, y además desató una verdadera fiebre. Aquel acordeón entre nostálgico y sentimental quedó inmortalizado por los de Kaoma, que más nunca lanzaron nada medianamente

Pedro Navaja (Rubén Blades, 1978)

Imagen
“Nada me hubiera gustado en este mundo como haber podido escribir la historia hermosa y terrible de Pedro Navaja...” Tal confesión no es de ningún aspirante a compositor, salsero de segunda o chupatintas con ínfulas: lo afirmó, sin sombra de ironías, nada menos que Gabriel García Márquez cuando el panameño Rubén Blades le telefoneó para decirle que quería musicalizar algún cuento del Nobel colombiano. Es que Pedro Navaja es un tema imprescindible dentro de ese monumental disco que es Siembra, exponente supremo de la salsa consciente, que habla de la fina línea que cotidianamente separa la vida de la muerte, y lo vulgar que puede llegar a ser en ciudad con 8 millones de historias, como es New York. Cuando salió el tema, los jerarcas de la empresa Fania pusieron el grito en el cielo, y el empresario Jerry Masucci lo calificó de una afrenta al bailador, tanto por su duración (7:21 minutos) como por su dura temática urbana: la gente quería evadirse, no “bailar” su cruda realidad.

Learn to Fly (Foo Fighters, 1999)

Imagen
Dave Grohl no necesitaba que mil músicos italianos interpretaran en vivo su clásico Learn to Fly para hacerse famoso, pero sin dudas la idea más loca de Fabio Zaffagnini le vino de maravillas: casi 26 millones de internautas han visto el espectacular tributo a este himno de los Foo Fighters en tres meses.    Durante un año, Zaffagnini organizó el evento Rockin 1000 para invitar a Grohl y compañía a dar un concierto en Cesena, Italia, y el resultado fue algo contundente, una sinfonía tan sincronizada, alegre y apasionada, que acabó conmoviendo al mismísimo Dave. Funcionó, de hecho…    En otro video, que también se volvió viral, Grohl agradeció el gesto y dijo que pronto se presentarían en Cesena ante unos seguidores que, como pide la canción de marras, indudablemente han aprendido a volar…    “Italia no es un lugar donde los sueños se hacen realidad fácilmente, pero es una tierra de pasión y creatividad”, señaló Zaffagnini, que logró emocionar a un músico que, en teo

Aquarius/Let the Sunshine In (5th Dimension, 1969)

Imagen
Despierto con la triste noticia de que murió Milos Forman, no porque fuera familia mía, si no porque le debemos una película que nos marcó muchos: Hair . Como solo nos queda el arte, les cuento la historia del “medley” que identifica aquella psicodélica ópera rock. Hablamos de  Aquarius/Let the Sunshine In , fusión que captó el alma de una época marcada por sueños de paz, amor y libertad… Ingenua y hermosa, como toda utopía, la filosofía hippie que destila este himno de los 5th Dimension nos pinta el amanecer de la Era de Acuario, que reemplazaría el virulento reinado de Piscis, justo cuando la luna entre en la séptima casa y Jupiter se alinee con Marte. Aquellos soñadores que hacían el amor y no la guerra en la década de 1960, creían firmemente que esos años de contracultura eran los elegidos, aunque los astrólogos fijaron la regencia acuariana entre los años 2062 y 2680. A la poesía, sabido es, nunca le han importado demasiado las verdades frías, si no las esencias. Por eso

Los Músicos de Bremen (Soyuzmultfilm, 1969)

Imagen
Mi hijo, no contento con alegrarme la existencia día a día, encontró otra manera de hacerme uno de los tipos más felices del mundo, pues de la sarta de animados musicales que ha visto en sus cuatro años de vida, siempre vuelve a un viejo clásico de los muñequitos rusos:  Los Músicos de Bremen . Comprendo que el instinto inicial de algún lector sea pensar “¡Qué clase de abusador es el Charly este!”, pero lo perdono. En un final, alguna que otra vez todos despotricamos de aquellos muñequitos de palo, más por fastidio que porque se lo merecieran, pues el tiempo demostró que eran clásicos. Fíjense si lo eran, que las generaciones de cubanos que crecimos con ellos los recordamos con nostalgia. Teníamos poco, nuestro universo era ínfimo, y sin embargo tuvimos una feliz infancia de mataperreo, lecturas y poca televisión. Sí, niños de ahora y millenials, fuimos felices sin videojuegos y descalzos… Quizás porque valoro mi educación sentimental me reconforta tanto ver a mi niño salir de

Marilú (Juan Formell, 1969)

Imagen
Leo en Magazine AMPM que Telmary Díaz se hará oír en la Feria Internacional de la Música que organizará Guadalajara , y me alegro por esta artista con la que habré hablado si acaso un par de veces, pero que disfruto desde los reveladores años de beca, como parte de aquel Free Hole Negro que nos contaba de los superfinos negros y su huelga de rumba...  Como buena estrella, Telmary es luz, y la irradia. Al parecer es algo genético, porque tanto  iluminó su mamá, que inspiró el primero de los muchos clásicos de quienes Mister (Jorge) Smith definió como los Rolling Stones de Cuba. Hablo de dos instituciones: Marilú y los Van Van. Aquel bolero-songo fue la carta de presentación de la orquesta cuya fecha oficial de nacimiento fue el 4 de diciembre de 1969, aunque par de meses atrás habían grabado su primer disco (Volumen I), en los estudios de la Egrem, con producción y orquestaciones de Juan Formell . Marilú fue la tercera pista de dicho fonograma, que incluía otras joyas como Y

Venus (Shocking Blue, 1969)

Imagen
Si le hablo de Holanda, usted seguramente pensará en Rembrandt, diques, tulipanes, fútbol total o las pecaminosas vidrieras de Ámsterdam, pero no en un éxito que hizo bailar a medio mundo, incluido Cuba:  Venus , de Shocking Blue , un clásico de la psicodelia primero y del género “dance” después. Para ser sinceros, casi nadie reconoce a este clásico por su título, si no por su contagioso estribillo (“She’s got it, oh baby, she’s got it”).  Por ejemplo, la canción fue casi un himno para la sub-cultura hippie en la Unión Soviética , que no se sabía la letra, pero coreaba un entusiasta “ Shizgarah ” que pasó a la historia, sirvió de nombre a clubes y hasta a una novela de Sergey Soloukh . Pero… ¿Qué vamos a reprocharle a aquellos “konsomoles” descarriados, si hasta los propios autores pifiaban con el inglés? Robbie van Leeuwen, el guitarrista de la formación neerlandesa, escribió mal el primer verso del tema, cambiando “goddess” (diosa) por “ godness” (bienestar), y así salió. Y