Venus (Shocking Blue, 1969)


Si le hablo de Holanda, usted seguramente pensará en Rembrandt, diques, tulipanes, fútbol total o las pecaminosas vidrieras de Ámsterdam, pero no en un éxito que hizo bailar a medio mundo, incluido Cuba: Venus, de Shocking Blue, un clásico de la psicodelia primero y del género “dance” después.
Para ser sinceros, casi nadie reconoce a este clásico por su título, si no por su contagioso estribillo (“She’s got it, oh baby, she’s got it”). Por ejemplo, la canción fue casi un himno para la sub-cultura hippie en la Unión Soviética, que no se sabía la letra, pero coreaba un entusiasta “Shizgarah” que pasó a la historia, sirvió de nombre a clubes y hasta a una novela de Sergey Soloukh.
Pero… ¿Qué vamos a reprocharle a aquellos “konsomoles” descarriados, si hasta los propios autores pifiaban con el inglés? Robbie van Leeuwen, el guitarrista de la formación neerlandesa, escribió mal el primer verso del tema, cambiando “goddess” (diosa) por “godness” (bienestar), y así salió. Y triunfó.
En pocas semanas la canción lideró las carteleras en Estados Unidos, y luego alcanzó la cima en Francia, Suiza, Alemania, Italia, España, Japón y Reino Unido. Y como nadie es profeta en su tierra, en Holanda no subieron del tercer puesto. Nada mal para un tema acusado de plagio…
Sin embargo, Van Leeuwen nunca negó que se inspiró en Oh! Sussana, la versión que hizo Tim Rose a The Banjo Song, tema folclórico compuesto por Stephen Foster en 1847. Oh! Sussana, fue grabado inicialmente en 1963 por The Big Three, el trío integrado por Rose, Jim Hendricks y Cass Elliott, la rozagante Mama Cass de los Mamas and the Papas. Rose nunca reclamó sus derechos al mega-éxito. Total, ladrón que roba a ladrón.
Volviendo a Venus, Van Leeuwen y el productor Jerry Ross lo dotaron de un sonido entre “bluegrass” y psicodélico, complementado por la potente y afinada voz de la bella Mariska Veres, y un distintivo riff de guitarra que tomó notas del Pinball Wizard de The Who,
En efecto, en 1986 el trio Bananarama (Sara Dallin, Keren Woodward y Siobhan Fahey) entendió que ya hora de grabar su versión de Venus. El tema estaba en su repertorio hacía años, pero como querían ser tomadas en serio, sus primeras producciones solo incluían composiciones propias.
Tony Swain y Steve Jolley, sus productores habituales, no querían llevar aquel clásico al género “dance”. Tampoco lucía muy convencido el equipo de Stock, Aitken y Waterman, pero las chicas insistieron y la diosa greco-latina de la belleza volvió a hacer el milagro.
Aupada por un sensual videoclip, esta versión fue número uno en Estados Unidos, Australia, Suiza, Nueva Zelanda, Suráfrica y México, y se coló en el Top 10 de media Europa. Sobrevino otra “venusmanía” y el trío se consagró.
Una última curiosidad: Venus encumbró a Shocking Blue y a Bananarama en Estados Unidos, pero una canción con el mismo título, interpretada por Frankie Avalon, también llegó al número uno en ese país en 1959. Otro tanto logró en 1981 el grupo holandés Star of 45 con un popurrí que incluía el riff de Venus. Evidentemente, esta diosa nunca pasa de moda…

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